domingo, 30 de junio de 2013

¿Por qué escribo en FIRE GAME?


El año antepasado al proponerle una entrevista exclusiva al talentoso músico ruso Vospi, éste me respondió que sería un honor para él devolverme una entrevista a mí siendo uno de los miembros más influyentes en la comunidad Bemani en Rusia. Su tema a tratar era el por qué una persona llega a tener cierta devoción a cierto tema, en este caso el Pump It Up, el cual de la nada se convierta en uno de los blogs más confiables y aceptados de la comunidad gamer en materia de Pump It Up.

Me dio un tanto de miedo la idea y perdí el contacto con él desde entonces.

¿Qué le iba a responder? Todos mis argumentos se derivarían a raíz de un patético padecimiento: nací con problemas en la cadera, los cuales no me han permitido desempeñarme en casi ningún deporte, cosa de la que me di cuenta muchos años más tarde.

En 2006, tras padecer molestias no tan comunes al practicar fisicoculturismo en la preparatoria acudí al doctor, quien tras exámenes y radiografías determinó que me sería completamente nocivo seguir practicando físicoculturismo y Pump It Up.

Siempre quise participar en un torneo, sin que me importase ganarlo o perderlo, el Pump It Up mi más grande pasión. A medida en que ese sueño se veía frustrado, emprendí un quehacer propio por promover el Pump It Up en diversas maneras; iniciando diversas páginas de contenido de fans, una página como cualquier otra, casi imitando. Fueron aquellos dos intentos alojados en el ya extinto Geocities: Pump Disciples y Pump Dementia. Éste último terminó por transformarse en dos proyectos de caminos distantes. El primero, Pump It Up Dementia, un proyecto inspirado en el aquel entonces popular proyecto de fan simfiles Pump It Up Paradise, con quienes más tarde comencé a trabajar en conjunto. El segundo se trata de el club Pump Dementia, espacio para promover el ejercicio y la convivencia gracias al Pump It Up.

Desde un principio me comprometí a sacar adelante la comunidad en mi estado, hice lo necesario. Planifiqué, fui conociendo a los chicos, fomentando la unión entre todos. Una vez logrado esto el siguiente paso fueron los torneos, de los cuales aprendí mucho de cada uno para realizar el siguiente. Me lleve muchas decepciones, pero eso como sea es parte de la vida.

Entré a la facultad, ya no pude ocuparme más. Durante el primer semestre lo intenté, solo logré un torneo un tanto improvisado. Comencé entonces mi vida ocupada como universitario, a la par estuve trabajando para el departamento de gobierno electrónico del estado. Muchas ocupaciones y poco dinero. Recuerdo aún que con el mísero sueldo que recibía le daba el 50% a mi madre, otra parte era para pagar mi laptop para la universidad y restaban menos de $200 pesos para gastos generales. Tiempos difíciles, como todos. No he de ser el primero ni el último.

Ya no podía dedicar mi tiempo ni al PIU ni a las cosas que me hacían feliz. A la par fui desarrollando un transtorno severo de depresión que comenzó desde la preparatoria. Por años la pasé así. No entraré en detalles. Lo único que puedo decir es que, lamento mucho no haber podido convivir mucho con la comunidad. No tenía mucho tiempo, no tengo mucho apego (por no decir que tengo cierto rechazo) a los videojuegos (por prohibición de ellos durante mis etapas de infancia y pubertad), soy tímido, callado y no soy del todo divertido. Me esfuerzo por ser mejor. Créanme. Lo hago.

Buscando cierta rehabilitación, a partir de una idea escueta, abrí un blog de Pump It Up en 2009, titulado como una de mis canciones favoritas de Yahpp, "Fire Game". No quería comenzar un proyecto igual que mis otros anteriores, destinados a ser imitaciones. Quería algo único, algo diferente y sobresaliente, algo que compensara mi frustración por no poder jugar como los demás y el no poder dedicar tiempo a mi comunidad local por mis ocupaciones. Lo demás es historia.

¿El resultado? Éxito, aprendizaje, amistades, enemistados, respetos, envidias, de todo. Todo lo bueno, todo lo positivo que ha llegado a mi vida gracias al blog me es algo invaluable, una gran bendición y algo de lo que siempre estaré agradecido. Lo demás, bueno, nadie es capaz de caerle bien a todo el mundo ni de quedar bien con todos. Soy una persona como cualquier otra.